La primera semana de este curso empezamos a aprender cómo construir arcos tabicados. Santiago nos explicó algunos de los tipos de arcos que se suelen hacer en ladrillo: el arco apuntado, el arco catenario y el arco escarzano (como uno de medio punto pero rebajado).
Antes de poner los ladrillos, teníamos que hacer una cimbra, que es un soporte con la forma del arco para poner la primera tanda de ladrillos encima. Así que hicimos la cimbra de cada tipo de arco. Lo que hicimos fue recortar la silueta en cartón, dos veces por cada tipo de arco, y luego unirlos con otras tiras diagonales de cartón para poder poner los ladrillos encima.
La forma de pegar unos ladrillos con otros fue con un mortero elaborado mezclando yeso (que viene en polvo en unos sacos) con agua. Como no teníamos ninguna experiencia en hacer un buen mortero de yeso, no conseguíamos una buena mezcla que pegara bien los ladrillos: a veces estaba muy líquida y a veces muy dura. ¡Pero los pegamos como pudimos y conseguimos hacer la forma de los tres arcos!
Después había que poner una segunda hilada de ladrillos para que los arcos tuvieran una mayor resistencia. No era tan fácil como parece, ya que había que partir algunos ladrillos para evitar que coincidieran las juntas con los ladrillos de la primera hilada, y partir ladrillos tiene su truco, pero es divertido.
En estos vídeos se puede ver el resultado final. Una vez fraguado el yeso, hicimos una prueba de carga: ver cuántos sacos de yeso (unos 20 kg cada saco) podían soportar. El arco apuntado directamente se rompió al quitarle la cimbra jajaja. Si no fuera por los tirantes que le pusimos en la parte de abajo, se hubieran abierto muy rápidamente, pero resistieron bastante bien. Ver cómo se rompían nos sirvió para aprender qué cosas habíamos hecho mal, y saber qué cosas son importantes a tener en cuenta para conseguir un arco mucho más resistente.
Bóvedas Tabicadas 